Un vehículo sobrecargado, o con la carga distribuida de forma incorrecta, tiene más posibilidades de sufrir un accidente, según algunas de las conclusiones que se desprenden del informe “El Equipaje y su influencia en la conducción”, realizado por el Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre.
El informe “El Equipaje y su influencia en la conducción”, se ha realizado con el objetivo de conocer cómo incide la carga en los accidentes de tráfico con víctimas, proporcionar información al conductor y promover medidas correctoras dirigidas a reducir el número de accidentes causados por el exceso de carga o por la mala distribución de la misma.
Del estudio se desprende que sobrecargar un vehículo pone en riesgo la seguridad de los ocupantes e influye negativamente en el comportamiento dinámico del coche, haciendo que éste sea un 11,4 por 100 más lento y torpe. También la agilidad y estabilidad en distintas maniobras empeoran hasta en un 11,4 por 100; y sobre una pista deslizante, la frenada se alarga hasta un 17,1 por 100, lo que significa que en una situación de emergencia se produciría una colisión segura. Además, si la frenada de un coche a plena carga se produce en una curva, la distancia de frenado se incrementará hasta un 21 por 100, haciendo que el vehículo tenga mas posibilidades de perder el control y sufrir un accidente.
Fundación Mapfre recomienda que dentro del habitáculo no se coloque ningún objeto, ya que además de incomodar a los ocupantes, puede resultar muy peligroso en caso de frenazo o accidente. Tampoco de deben depositar objetos en la bandeja trasera, ya que reducen el campo de visión del conductor y convierten en auténticos proyectiles, incluso mortales, ante una colisión. En situación de choque del vehículo contra un objeto rígido (un árbol, farola o muro) se produce una elevada deceleración en el interior del habitáculo, lo que indica que el peso de cualquier objeto que no esté bien sujeto se multiplica en función de la velocidad a la que se conduce. Tal es el caso de un paraguas de apenas 400 gramos, que depositado en la bandeja trasera del vehículo, puede golpear al conductor con una fuerza de más 22 kg. en caso de un choque frontal contra un poste a 60 km/h.
De acuerdo con el estudio, el equipaje tiene que ir siempre dentro del maletero, colocando debajo del todo las maletas más pesadas y dejando la parte superior para las bolsas que podamos necesitar durante el viaje, como el bolso, la nevera con la comida, la ropa, las herramientas, etc. Toda la carga debe estar perfectamente ordenada y rodeada con una red protectora anclada al suelo del maletero con el fin de que no dificulte los movimientos y la visibilidad del conductor, ni comprometa la estabilidad al cambiar el centro de gravedad del vehículo, que debe mantenerse lo más bajo posible. De esta forma, en caso de producirse una maniobra brusca o un accidente, limitaremos el desplazamiento de la carga y la posible irrupción de la misma en el habitáculo, que siempre debe estar totalmente despejado.
Otro dato interesante a tener en cuenta a la hora de colocar la carga es que en caso de que el maletero no sea suficiente para guardar todas las maletas, se puede recurrir a un portaequipajes de techo, un accesorio que no es apto para cargas muy pesadas y que admite muy bien los objetos ligeros de gran volumen como tablas de surf, bicicletas y sillas infantiles, entre otros. Si empleamos una baca, antes de emprender la marcha deberemos cerciorarnos de que todo haya quedado bien sujeto, aprovechando incluso cada parada que realicemos durante el viaje para comprobar la sujeción de los objetos transportados.
El informe de Fundación Mapfre también recomienda poner en práctica un consejo práctico y poco conocido: abrochar los cinturones de seguridad de las plazas traseras en caso de que estén libres para evitar que los respaldos de las mismas cedan y las maletas lesionen a los ocupantes de los asientos delanteros en caso de producirse una colisión.
Otros factores a tener en cuenta cuando se viaja con plena carga es revisar la presión de inflado de los neumáticos, que debemos aumentar para circular en esta situación, y extremar la precaución a la hora de realizar adelantamientos, giros y frenadas. Se estima que circular de forma constante con una presión un 20 por 100 por debajo de la correcta puede costarle 10.000 mil kilómetros de vida al neumático.
fuente: travesia